Hoy nos toca con el título de este podcast “Las vidas ferpectas” parafrasear un poco el título de la película de Alex de la Iglesia de 2004, Crimen Ferpecto … un crimen que en el film era eso, ferpecto, no perfecto.

Pensad en el peor día de vuestra vida, ese día en un mes malo, en una semana aún peor… ese día en el que todo está a punto de explotar, ese día en el que todo parece gris… todos hemos tenido días malos, incluso muy malos…

… incluso en esos días, siempre hay 5 minutos de paz, de bienestar. 5 minutos entre tormenta y tormenta. En esos 5 minutos siempre hay tiempo para una foto. En esos 5 minutos puedes mostrarte tomando una cañita en una terraza soleada, puedes fotografiar a tu hijo sonriendo, puedes mostrar el precioso paisaje que te rodea ajeno a tus circunstancias personales.

Esas fotos son las que llegan son las que llegan a perfiles, muros o stories mostrando los 5 mejores minutos dentro de un día infernal. Y esa es la vida que se muestra… una sucesión de 5 minutos perfectos día tras día.. fotografías que pasadas una tras otra conforman películas idílicas.

¿vidas perfectas … o vidas ferpectas?

 

………………………………………….

 

Efectivamente. Hoy nos vamos a centrar en el postureo. Un mal del que todos adolecemos en mayor o menor medida… no es que ninguno de nosotros esté completamente libre de pecado… por ejemplo, yo soy un friki de las guitarras eléctricas, tengo varias, me gustan muchas, y no pasa demasiado tiempo sin que una nueva venga a casa… yo, cada cierto tiempo postureo con mis guitarras… porque me gustan, porque es un objeto que a mi me inspira para fotografiar y de vez en cuando las pongo en mis redes sociales.

Igual que yo con las guitarras, todo el mundo luce a veces a su mascota, a sus hijos o familia, a sus mountain bike, en definitiva, mostramos las cosas que más nos gustan de nuestra vida.

Y eso está bien… yo ando bastante apartado ya de redes sociales como Facebook o Twitter porque me aportan mucha negatividad… noticias y titulares tremendistas, continuas disputas entre fachas y podemitas, gente enfadada con el mundo, espíritus avinagrados que solo tienen las redes sociales para criticar y poner pegas… cada vez paso menos tiempo por estos lares, simplemente porque tienden a darme un poquito de ardor de estómago.

Sin embargo, hay redes sociales como Instagram, Pinterest o Tik Tok de contenido menos agrio y donde si sigues a personas o hashtags interesantes puedes acceder a contenido bastante agradable para tus intereses. Esto es, insisto, una percepción muy personal…o una elección muy personal, como queramos llamarlo.

Indiscutiblemente, la cuna del postureo y de las vidas ferpectas ha sido durante los últimos años Instagram.

No tardas mucho tiempo en empezar a cruzarte con esos perfiles que viven para mostrarnos por fascículos los grandes y maravillosos momentos de su vida.

Haciendo un ejercicio de simplificación muy grande, creo que hay dos grandes motivaciones para mostrar vidas ferpectas. Una, el intento por conseguir una forma de vida “moderna”… conseguir convertirse en Influencer es una meta perseguida por muchas personas y en muchos ámbitos: influencer de moda, de cocina, de fitness, de nutrición, de vida espiritual o de todo un poco, que también los hay.

El esfuerzo es grande. Si no eres un personaje público, si no sales en Sálvame o algún Gran Hermano por ejemplo, el convertir una cuenta de Instagram en una forma de ganarse la vida no es nada fácil. Pero hay mucha gente que lo intenta, que a base de insistir consigue sus primeros 60.000 o 70.000 followers y poquito a poquito empieza a conseguir recompensas… muchas marcas te ofrecerán sus productos para que los promociones, te invitarán a presentaciones de productos, algún pequeño sarao… lo de conseguir cash… lo de empezar a cobrar dinero contante y sonante es más difícil todavía, pero también hay gente que lo ha conseguido.

Bueno, como decíamos… el ganarse la vida de forma glamurosa puede ser la primera gran motivación para mostrar vidas ferpectas.

A otro nivel, la otra gran motivación es mucho más triste. Y es que en muchas ocasiones sobrevuela por encima de muchas cuentas de Instagram un viejo refrán: Dime de qué presumes y te diré de qué careces.

Aquí ya no hablamos de fotos en yates de lujo atracados en calas de Formentera. Aquí no nos referimos a fotos mostrando mansiones con piscinas climatizadas. Hablamos de esa gente normal, auxiliares administrativos, profesores de secundaria, amas y amos de casa, empleados de Correos… gente que nunca va a ganar nada con sus redes sociales, pero que necesitan mostrar una vida muy sesgada. Es como si viéramos sus vidas a través del ojo de una cerradura, vemos una imagen pequeña muy bonita, pero no vemos que el resto de la habitación está vacía, tiene humedades y huele a pobredumbre.

Me he encontrado varios artículos en internet con listas con las habituales “mentiras” que nos muestran esos perfiles sociales… voy a coger algunas de esas mentiras para concretar un poco:

EL AMOR : Se abusa de mostrar enamoramientos intensos y mensajes del tipo “que feliz soy por tenerte a mi lado”.. esas fotos con el atardecer a contraluz dándose un beso y esas poses playeras declarándose amor incondicional… madre de dios … creo que las parejas que sinceramente más se quieren, no tienen que demostrarlo a nadie ni de ninguna manera. ¿Que hay parejas con vidas casi de película? … pues si, seguro que hay muchas, pero la mayoría solo intentan aparentarlo. Las discursiones, los enfados y los momentos de aburrimiento que todos tenemos con nuestras parejas se quedan en el armario… ahí no hay fotos.

LOS AMIGOS : De esto también se farda, no? Esas fotos para mostrarte “cuantos amigos tengo” y “qué feliz es la vida con amigos”. Para mostrar la parte de tu vida en la que estás rodeado de gente que te quiere, para dar la impresión de que la gente se pelea por estar junto a tí. Para enseñar que nunca estás solo, no eres un solitario ni un perdedor… Es como si vivieras en un capítulo de Friends … pues no, la mayoría del tiempo no estamos rodeados de amigos, incluso a veces estamos enfadados con los amigos, y no siempre salimos bien en fotos con los amigos.

LA ESPIRITUALIDAD Y PUREZA DE NUESTRA VIDA: Reflexiones Mr Wonderful y citas copiadas para acompañar a fotos en las que se nos ve mirando un río o sentados en un prado de espaldas a la cámara. Pues sí, es cierto que debemos prestar más atención a lo verdaderamente importante en la vida, es cierto que tenemos que intentar cargarnos de energía positiva lo máximo posible, es cierto que hay que ver siempre la botella medio llena … pero realmente esos momentos espirituales no se viven de manera contínua o a diario, y si se viven, no hace falta insistir… la mayoría de nosotros sabemos que se vive mejor cogiendo margaritas con tu hijo pequeño una tarde de primavera en el campo, que haciendo la compra en el Mercadona tras salir de una jornada de trabajo de 10 horas pensando en qué preparar de cena y cómo te vas a organizar para llevar al día siguiente a ese mismo hijo al cole. No hace falta que nos recordéis contínuamente lo que mola de la vida. Sabemos distinguirlo. Gracias.

 


 

Hubo quien dijo que «Si Facebook demuestra que todos los usuarios son aburridos y Twitter que todos son terribles…»

Instagram te hace preocuparte de que todos son perfectos, excepto tú

Efectivamente, creo que muchos de nosotros somos capaces de discernir que esas vidas ferpectas son solo una parte de la realidad recortada y editada de las mismas… las mejores tomas, las que siempre nos pilla con el perfil correcto y la luz adecuada justamente cuando estamos en un bonito lugar.

Sin embargo, hay muchos expertos que avisan de que ese excesivo positivismo de Instagram alienta, o fuerza, o exige… a sus usuarios a presentar una imagen atractiva y optimista de ellos mismos… se genera una presión.

Una encuesta (en inglés) realizada por la Real Sociedad para la Salud Pública en Reino Unido (RSPH) a 1.500 jóvenes entre 14 y 24 años situaba a Instagram como una red negativa que afectaba al sueño, a su imagen corporal y que desarrollaba el llamado Síndrome Fomo, una patología psicológica que se produce por el miedo a quedarse fuera del mundo tecnológico.

«En apariencia, Instagram puede parecer muy amigable», apunta Niamh McDade, portavoz de este organismo benéfico. «Pero ese desplazamiento sin fin sin mucha interacción en realidad no deriva en un gran impacto positivo en la salud mental y el bienestar. No tienes control sobre lo que estás viendo. Y a menudo ves imágenes que dicen mostrarte realidad, pero que no lo son. Y eso es especialmente dañino para los jóvenes».

Parte de ese problema -aducen los expertos- se debe a las dinámicas existentes en esta plataforma tan visual en la que los usuarios llamados «influencers» han logrado obtener grandes cuantías de dinero por publicar imágenes con productos regalados por marcas, imágenes de viajes retocadas previamente por filtros que han ocasionado el deseo de mucha gente de querer esas vidas tan felices.

Antes hablábamos de esos prototipos de mentiras que nos encontramos por las redes sociales… de los enamoramientos idílicos, de la espiritualidad de algunos perfiles, de las vidas siempre rodeadas de amigos sonrientes que nos quieren mucho…

¿pero… y LA COMIDA? Cuantas fotos ves a diario de comidas saludables, de desayunos con aguacates que todavía conservan el rocío de la planta al ser recolectados, de esas recetas exóticas con ingredientes más exóticos todavía … y fotos de arroces de marisco, y mariscadas, y de buenos vinos… y así con todo… os aseguro que nadie mostrará las ricas lentejas que hemos recalentado en el microondas, ni el día que nos pilla un Burguer King de paso y nos metemos a hacer una comida rápida, ni ese otro día que nos pilla con la nevera vacía y nos toda repelar cualquier rincón de un armario para salir del paso…

Vamos a dar un pasito más allá… EL TRABAJO … la gente que presume de lo estupendo de su trabajo. Fotos de reuniones sonrientes en los que no se escucha a ningún directivo comentar cómo hay que reducir los gastos de personal en un 30%…

…viajes de trabajo presentados como viajes de ocio en los que solo se muestran fotos de estupendos hoteles pero que no muestran las 12 horas de reuniones y charlas motivacionales infumables…

… fotos de after works con multitud de compañeros de trabajo sonriendo y brindando en las que no se pueden leer los pensamientos de cada uno de ellos, todos con unas ganas enormes de desaparecer, de irse con sus verdaderos amigos y con su familia, de dejar de reir las gracias a sus jefes creciditos ante sus súbditos…

… fotos de lo bonita que es nuestra oficina, que incluso, como culmen de la modernidad, tiene un espacio para que los trabajadores jueguen a una videoconsola, se echen un café o se sienten a leer su libro preferido … pues mira, aunque se salga del concepto “trabajar en Google”, prefiero jugar, beber, charlar o leer en mi casa… en esas fotos de oficinas de catálogo de Ikea no se oyen las presiones por terminar proyectos, por cumplir con objetivos o por renovar tu contrato el próximo mes.

… que si, que seguro que todos, incluido yo, hemos puesto fotos de nuestra oficina, de nuestras vacaciones, de nuestra quedadas con los amigos … cualquiera con una red social ha querido compartir la parte más positiva de nuestras vidas y reconozco que es difícil delimitar a veces cuando estamos compartiendo positivismo, que está bien, y cuando estamos distorsionando la visión que el resto del mundo tiene de nuestra vida …

… es difícil delimitar esto a veces, pero a veces, muchas veces, es muy fácil darse cuenta que nos la intentan colar con vidas ferpectas nada creíbles…

Qué me contáis, por ejemplo, del DEPORTE??  Esas vidas que giran en torno al fitness, mostrando contínuamente su elasticidad, su resistencia o su índice de masa corporal perfecto?? … a que en esas fotos no se muestran las horas de sacrificio y sudores, los dolores articulares sobre todo a cierta edad, y el hambre que hay que pasar algunos días para que la báscula no te traicione?? … esto se enlaza y se mezcla en muchos perfiles con la Beauty Life… la vida bella, la vida de guapos y guapas recién levantados, ya maquillados, con las fotos realizadas con sus accesorios de iluminación para que nos brillen los ojos, y con ropa bien conjuntada, bien seleccionada, y si puede ser, bien cara?

…. podríamos echar mucho rato describiendo y poniendo ejemplos de todo esto, pero creo que tu lo tienes tan claro como yo.. sabes de qué estamos hablando, no?

 


 

En opinión de Xavier Carbonell, psicólogo de bastante prestigio, quizás el problema mayor se encuentre en las mentes en formación, en los adolescentes y casi niños ya que a estas alturas tienen acceso a esas redes sociales… ahí, el psicólogo afirma que “las redes sociales cubren las necesidades de comunicación y de formar parte de un grupo en los adolescentes”

“entre los jóvenes, las redes sociales han sustituido a las pandillas. Las personas de menos de 20 años necesitan este tipo de aceptación grupal…

En 2016, una investigación de la universidad de UCLA demostró que cuántos más likes tenía una foto más se activaba la estructura del cerebro responsable de que experimentemos momentos de placer intenso, y que tiene un papel en la aparición de adicciones, y en los mecanismos de recompensa encargados de que intentemos crear las situaciones para que estos picos de felicidad se repitan tan a menudo como sea posible… podemos llegar a ser adictos a los “me gusta” … adictos a sentir cómo molan entre nuestros seguidores nuestras publicaciones…

…. el hedonismo crece y se expande de manera brutal.. o quizás, ese hedonismo ya existía y ahora es visible, abierto y notorio para todo el mundo… ojos que no ven, corazón que no siente …es como cuando ahora vemos un telediario, y vemos muertes por distintas circunstancias en Indonesia, China, Perú, Estados Unidos y Alemania en cuestión de minutos… tenemos la impresión de que “muere mucha gente”, o “muere mucha más gente ahora que antes”, pero eso desaparece cuando estamos un tiempo alejados de los informativos y redes sociales… “parece que no muere mucha gente”…

Hay que andarse con pies de plomo, aplicar un poquito de realidad y de sentido común a todo …  tenemos que formar parte de las redes sociales, pero no creernos las vidas ficticias, no pasarnos dando likes a personas que no conocemos y que tienen éxito.. pensar que ese éxito definido por las propias redes, los influencers y las marcas. Son modelos de personas construidos por expertos en marketing, una distorsión de la realidad.

Un último ejemplo… En los EEUU los norteamericanos pasan seis veces más tiempo lavando sus platos sucios que jugando al golf, pero se han compartido decenas de veces más fotos sobre personas jugando al elitista deporte que llevando adelante la mundana tarea hogareña.

podcast sobre vagos pero no maleantes javi sánchez munera